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Tal y como ya comentamos en el post anterior, no es conveniente, ni justo, ni exacto hablar de los beneficios de la leche de almendras, en general, pues cada una tiene sus propiedades, resultado de los ingredientes y fórmulas usadas en su formulación. 

Como se dijo, la forma más precisa de comenzar a hablar de un alimento es la de leer su etiqueta, observar sus ingredientes y analizar su información nutricional. 

Así pues, vamos a utilizar la leche de almendras original Base Mill (14% almendras, dátil y agua) para realizar el análisis nutricional.

Propiedades nutricionales de la leche de almendras

Valor nutricional de la leche de almendra Base Mill:

Valores por cada 100 ml:

Energía (kCal): 50 

Grasas (g): 3,0 

De las cuales saturadas (g): 0,3 

Hidratos de carbono (g): 3,1 

De los cuales azúcares (g): 3,1 

Proteína (g): 2,7 

Sal (g): 0,0 

Antes de analizar todos estos datos, entendamos que nuestra leche está elaborada con un 14% de almendras, que es el máximo contenido de éstas que puede disolverse en agua de forma óptima. No usamos más del 14% porque hemos demostrado que es justo a partir del 14%, que el agua queda saturada y ya no “acepta” que más nutrientes queden disueltos en ella. Es decir, a partir del 14%, la almendra solo hace que precipitar en la leche y no mejora la calidad ni propiedades nutricionales de esta. 

Y no usamos menos del 14% porque, por debajo de esa cantidad, el agua todavía no está saturada y por tanto, por cada punto de almendra que se quita, se están bajando los nutrientes de la leche. Y en Base Mill nos hemos propuesto ofrecer siempre los mejores productos posibles. 

Todos sabemos, o hemos oído, que la almendra, como casi cualquier fruto seco, es un alimento muy completo y recomendable. Especialmente, cuando se trata de aportar a nuestro cuerpo energía y nutrientes buenos para nuestra salud de forma rápida. Es por eso por lo que se recomienda llevar unas almendras cuando se va a hacer una gran caminata o para consumir mientras se realizan actividades exigentes físicamente durante un tiempo prolongado. También son un alimento muy recomendable como “snack” a media mañana o media tarde, para saciar rápido el apetito de forma saludable y evitar consumir después, con un apetito más incontrolable, cualquier otro alimento menos conveniente. 

La razón por la que esto es así es porque las almendras son un alimento muy completo, pues tienen mucha energía, grasas buenas, proteínas, azúcares y son fuente de muchos minerales y vitaminas. Tienen todo lo que nuestro cuerpo necesita para vivir y rendir, pero lo tienen de forma muy equilibrada para así, ser muy beneficiosos para nuestra salud. 

Así es que vemos que su energía, por cada 100ml, es de 50 kCal. Nuestras botellitas son de 250ml, por lo que la energía total que ingerimos al beber una de nuestras botellas de leche de almendra es de 125 kCal. 

Mucha gente comete el error de comparar los alimentos, o elegirlos en un lineal, en función de su valor energético, sin más. Piensan, cuantas menos calorías, mejor. Y esto, de partida, es un error. No se trata de consumir alimentos sin calorías, sino de consumir alimentos que nos aportar calorías y otros nutrientes necesarios para vivir. 

Pensemos que un adulto con una actividad física y mental media, necesita unas 2.000 kCal al día para vivir. Nadie puede, pues, vivir consumiendo solo alimentos con 0 kCal, pues antes o después, morirá, así de simple. Además, a esa persona, antes de morir, pronto tendrá un apetito incontrolable, que le hará comer cualquier cosa no conveniente, consiguiendo el efecto contrario al que buscaba. 

Una persona normal, en cambio, hace tres comidas al día (desayuno, merienda y cena). Eso quiere decir que, de media, debería ingerir unas 650 kCal en cada comida. De lo que se trata es de, al ingerir esas 650 kCal por comida, aportemos al cuerpo también el resto de los nutrientes que necesitamos para tener una alimentación saludable. Si aportamos a nuestro cuerpo esas 650 kCal con dulces, bollería, pizzas, etc… no lo hacemos y acabaremos con déficits nutricionales de minerales, vitaminas, proteínas, etc… Y además, por su alto índice glucémico, nos producirán pronto un apetito repentino que nos hará volver a comer de lo mismo: alimentos no recomendables. 

Por eso, las almendras son una muy buena opción para tener una dieta saludable. Porque aportan energía a la vez que muchos otros nutrientes necesarios, a la vez que sacian y así inhiben la tentación de comer otras cosas con propiedades nutrionales menos interesantes para nuestra salud. 

La leche de almendras Base Mill tiene de todo, y lejos de que esto nos asuste, debemos entender que ese alimento nos aporta muchos nutrientes a la vez que nos sacian, inhiben de comer otras cosas de forma nerviosa y dan energía para rendir bien durante nuestra jornada. 

Vitaminas y minerales en la leche de almendras

La almendra, y por lo tanto, nuestra leche de almendras (14%, recordamos), es rica en vitaminas A, E y D, además de tener niveles importantes de calcio, hierro y fósforo, además de ser una fuente nada despreciable de fibra (es el fruto seco con mayor cantidad de fibra).

No hay ningún alimento que nos aporte todos los nutrientes necesarios para nuestra salud. Esta es la base más clara para entender por qué siempre se recomienda tener una dieta equilibrada y variada, como es la dieta mediterránea, rica en alimentos diferentes y saludables. Pero encontrar alimentos, como las almendras, que naturalmente aportan dosis significativas de algunas vitaminas y minerales y otras propiedades buenas para la salud, siempre es un plus y hacen que ese alimento se considere más completo e interesante. 

Beneficios de la leche de almendras para la salud

Gracias a las propiedades nutricionales de la almendra, su ingesta moderada puede ayudarnos a mantener los niveles de colesterol y los huesos fuertes y sanos, como también el cabello y la piel. Y además, son muy recomendables para el corazón. 

Son sacientes y tienen un índice glucémico bajo, por lo que son aptas para dietas keto y diabéticos.

Por otro lado, nuestro segundo ingrediente estrella, el dátil, tiene otras propiedades que igualmente, lo hacen muy interesante para nuestra salud. 

Se trata de un alimento con un gran valor nutricional que nos aporta muchos nutrientes mientras que nos dota de las calorías necesarias para vivir, de forma proporcional gracias a su poder saciante. 

El dátil, por su proceso de maduración y secado en planta, es rico en hierro, potasio, vitaminas A, C y E, calcio, magnesio, selenio, cobre y magnesio y además, es una importante fuente de fibra, por lo que nos ayudan con el tránsito alimenticio. 

También son ricos en hierro, ayudando a evitar enfermedades como la anemia y mantienen bajo control el colesterol malo. Y por si esto no era suficiente, se ha demostrado que ayudan a mantener la concentración y ayudan a suavizan la garganta en casos de tos seca.